El comando lspci, ejecutado en un terminal confirmaba las sospechas iniciales, el chipset de la tarjeta inalámbrica era el bcm4318, como se puede comprobar en el informe respectivo:
04:01.0 Network controller: Broadcom Corporation BCM4318 [AirForce One 54g] 802.11g Wireless LAN Controller (rev 02)
Seguidamente en el terminal ejecuté el comando lspci -n y la prueba resultó definitiva:
04:01.0 0280: 14e4:4318 (rev 02)
La suerte estaba echada y la decisión era inapelable. Ese portátil se merecía un software de más categoría y eso solo podía llegar de una distribución Linux. Me decidí por la versión 9.10 de Ubuntu, conocida como Karmic Koala.
Preparar el equipo y desfragmentarlo fue lo peor de todo, nada menos que una noche completa y algunas horas más de la mañana. El siguiente paso, una vez inicié en modo live, fue redimensionar la unidad C con la aplicación Gparted disponible desde el menú Sistema > Administración. Adjudiqué 40 Gb para el sistemas de las "ventanas" y logré liberar 15 Gb de esa partición, de los cuales, 1 Gb lo formateé como memoria swap de intercambio y los 14 Gb restantes los formateé como ext3 con intención de instalar en él la última versión de Ubuntu [el sistema de ficheros ext4 me ha dado algún que otro problema y por eso me decidí por ext3]. Hechas todas las operaciones, cliqué en el botón del menú dispuesto para aplicar los cambios y Gparted, nuevamente, demostró por qué es una herramienta indispensable para esto de los particionados [hay una versión live de Gparted con herramientas especiales, entre ellas creo recordar a Testdisk que hacen auténticas maravillas].
Bien, pues tras un rato reorganizando el espacio del XP, formateo y me dispongo a instalar. Y todo fue perfecto. Y como suponía, el wifi no funcionaba. Suerte que hice la instalación con el cable ethernet conectado y me descargué el firmware siguiendo los pasos que se indican en la página de la comunidad ubuntera desde un terminal mediante el comando,
sudo apt-get install b43-fwcutter
desconecté el cable ethernet, reinicié y el wifi salió funcionando. Sólo tuve que lanzar la conexión y salió funcionando a la primera. Cuando reinstalé WinXP, desde una partición oculta que monta el portátil necesité un fin de semana completo para hacer que todo funcionase correctamente. Con Ubuntu me bastó, media tarde para dejarlo todo a las mil maravillas.
Eso sí, mientras XP se chupó casi 20 Gb de basura, Ubuntu se apañó con tan solo 2.5 Gb, es decir, ocho veces menos. Y pensar que todavía hay gente que prefiere Windows. Sin ir más lejos, una compañera de trabajo actualizó su horripilante Vista hasta el 7 por la módica cantidad de 150 euros. Ah y si hubiese decidido comprarlo de nuevo, el precio se duplica hasta alcanzar los 300 euros. ¿Será verdad?
P.S. Noviembre de 2014. El portátil sigue operativo. Decidí instalar Windows 7, lo que resultó un verdadero fracaso. Solución: formateo completo e instalación de un Linus bastante ligero, "Lubuntu". Para instalar el wifi sólo hay que ejecutar en un terminal, uno tras otro, los siguientes comandos:
sudo apt-get purge bcmwl-kernel-source broadcom-sta-common broadcom-sta-source
sudo apt-get update
sudo apt-get install b43-fwcutter firmware-b43-installer
Finalizada la operación, reiniciamos el sistema y se reconocerá la conexión de forma automática, cargamos los datos de la conexión y listo para trabajar.
Hasta pronto... y disfrutad de Linux.
